Que nunca amanezca (Dinner with a Vampire)



Los asesinos matan por placer. Los vampiros matan para sobrevivir.

Estar en un determinado lugar y a una determinada hora puede acarrear consecuencias que pueden cambiar la vida de una persona. Esto es lo que sucede a Violet Lee, una adolescente de 17 años, estando de madrugada en Trafalgar Square esperando a una amiga que acudió con retraso (posiblemente a que estaba con un chico). Mientras la esperaba fue testigo de la masacre de un grupo de 30 hombres a manos de otro grupo más reducido poseedores de una fuerza sobrehumana.
El cabecilla de estos últimos, Kaspar Varn, príncipe de los vampiros, se percata de ella y se la lleva con ellos. Para Violet, vivir con vampiros cambiará su mentalidad (su padre es el Ministro de Defensa y le ha inculcado cierta aversión hacia los vampiros), dejará a un lado su vegetarianismo, y aceptará a los vampiros, en especial a Kaspar, a pesar de que no se sienta identificada con los principios con los que viven.

-          Incluso en el caso de que fuera así, ¿cómo podría ser feliz siendo vampira? No hay posibilidad alguna de que me guste la idea de vivir para siempre. ¡Es inútil!
-          Eso no lo sabes, Nena. Puede que algún día encuentres algo por lo que merezca la pena vivir una eternidad.
-          Tú no lo has encontrado. Estás tan destrozado como yo. ¿Por qué aguantar el dolor para siempre?
-          No. Todavía no lo he encontrado. Pero eso no quiere decir que no vaya a ocurrir. O que no vaya a sucederte a ti. Hasta donde sabemos, podríamos tener ese algo delante de nuestras narices ahora mismo…

Kaspar es un vampiro un tanto altanero, consciente de su posición social, y además de su atractivo físico (a pesar de que tiene 197 años, pero los vampiros envejecen a un ritmo muy lento), la llegada de Violet a su vida sacará a la superficie su lado más humano. Una parte que llevaba tiempo escondida tras la muerte de su madre, a manos del grupo que asesinaron en Trafalgar Square esa madrugada.

-          Voy a chuparte la sangre
-          Al menos deja de babearme todo el cuello, y sácate esos estúpidos colmillos falsos. ¡Los tuyos son de verdad, por el amor de Dios!
-          Baja la voz, van a oírte. Estúpidos humanos. No podríamos comer con unos colmillos de este tamaño.
-          Estás celoso porque los tuyos son pequeñitos y enclenques.

A esta trama de amor-odio entre Violet y Kaspar se suma la profecía de la aparición de unas heroínas que salvarán la humanidad, la identidad de estas últimas es desconocidas, en cada libro se va conociendo una nueva. Puesto que este libro forma parte de una saga llamada The Dark Heroines.

-          Un penique por tus pensamientos Nena.
-          Mis pensamientos son míos, alteza, y valen mucho más que un penique.
-          Ya has vuelto a hacerlo, rechazar al príncipe del reino. En serio, deberías aprender a no hacerlo.
-          Lo hice. Pero la cosa terminó con el príncipe en Rumanía dos semanas, cosa que he oído que no le hizo mucha gracia.
-          No. No le hice mucha gracia. Rumanía le parece un lugar bastante bonito, pero resulta que hay algo mucho más hermoso aquí, aunque un tanto incordio y sin pelos en la lengua.
-          Yo también me alegro de verte, Kaspar.


VALORACIÓN 9/10

Comentarios