La Liga: Fuego y Hielo

La vida no es nada excepto cambiante, y normalmente cambia en un segundo.

Adron Quiakides es un joven de 29 años que se siente como un viejo, tiempo atrás durante una de las misiones (se intercambió como rehén ya que la víctima era una embarazada) de La Liga fue torturado y casi muere. Tiene una salud delicada puesto que cualquier golpe puede producirle un sangrado interno y además se mueve con dificultad, por lo que necesita la ayuda de un bastón para poder desplazarse, así mismo, su único pasatiempo es beber hasta perder la consciencia. Puesto que a raíz de ello perdió su antigua vida, su dignidad y a su mujer.

Livia es una princesa Vistan cuyo padre piensa casar mediante un matrimonio de conveniencia con un hombre que fácilmente podría ser su abuelo. Por lo que para escapar de ese destino decide ir a un bar de mala muerte y perder su virginidad (condición sine qua non que impone su “prometido”). Además, esto supone una vía de escape del mundo en el que vive, ya que ha pasado toda su vida encerrada dentro de una jaula de oro.

No sabía nada de este hombre. Ni siquiera su nombre. Nunca en su vida había hecho nada tan tonto. Y aun así instintivamente sabía que él no la heriría.
Había dolor en sus ojos azules helados, pero no crueldad.

El destino hará que ambos coincidan en dicho bar y se vayan juntos. Al día siguiente, aparece el padre de Livia junto a su hermano para llevársela a la fuerza. Sin embargo, un sentimiento de protección aflora en Adron y la defiende de ellos e incluso le ofrece casarse con ella. Todo esto delante de su padre, el rey de los Andarion, Nykyrian Quiakides. (Esto último recuerda a los propios padres de Adron, en el libro El hijo de la noche).
¿Qué pasará con Adron y Livia?

Nunca había conocido a un hombre tan honorable. Podía haberla dejado afrontar la furia de su padre y aún le ofrecía refugio.

Este libro es un spin off de El hijo de la noche, donde podemos conocer qué pasó con Kiara y Nykyrian. La trama de este libro guarda cierta simetría con su predecesor. Sin embargo, los personajes tienen otros problemas, Adron por una parte que se considera así mismo un lisiado y que no puede morir por el sufrimiento de sus padres mientras estaba hospitalizado pero que no puede perdonar que su hermano no lo matase (cosa que le hubiera ahorrado todo el sufrimiento actual). Por otra parte, Livia es una joven que no ha conocido el mundo real y de repente debe elegir entre renunciar a su familia o quedarse junto a un desconocido que ha sido amable con ella. También desea fervientemente reencontrarse con su madre, miembro de un clan de curadores legendario (los Trisani) que se oculta del mundo (la propia Livia también posee este poder, pero de forma más limitada).

En general, se trata de un libro ameno de rápida lectura, considero que es el típico libro que puedes leer mientras estás de viaje ya que la trama no es muy complicada de seguir, únicamente requiere tener una mente abierta ya que el universo que rodea toda la saga de La Liga es todo un mundo y muy original, aparecen especies de otros planetas con ciertos rasgos humanos, pero con otras características, o incluso hay seres que no son de la especie humana pero se comportar como tal.

VALORACIÓN: 7/10